La colección de Josep Moragas Pomar (1873-1945) llegó al Museo Textil en 1964. Hijo del pintor Tomàs Moragas Torras (1837-1906)[1], Josep se formó rodeado en un ámbito artístico.
Para entender la vinculación del arte y el coleccionismo de Moragas hay que fijarse en el ambiente artístico familiar en que se crió. El padre, formado en los talleres de platería de José Pomar –que acabaría siendo su suegro- y a la Academia de Bellas artes de Barcelona, donde trabajó con Claudi Lorenzale y Pau Milà Fontanals, decidió marchar a Italia, una vez acabados los estudios, influido por su amigo Marià Fortuny i Marsal, con quien compartió estudio, junto con su mujer Cecília Madrazo (coleccionista de tejidos). Estos dos últimos fueron los padrinos del segundo hijo del matrimonio Moragas. No es de extrañar pues, que Josep Moragas sintiera una especial pasión por el arte y las antigüedades y que, por su vínculo con los Fortuny, apreciara los tejidos antiguos. Viajó por toda España buscando joyas artísticas para su propia colección, muchas de ellas relacionadas con los tejidos y la indumentaria.
Moragas vivió unos años en París y esto le facilitó la compra y venta de obras, como algunas que ofreció en el Hotel Drouot, para subastarlas. Al llegar la Guerra de 1914, por la complicación de vender en el extranjero, decidió montar una tienda propia de antigüedades en la plaza de la Catedral número 2 de Barcelona. Pero como coleccionista que era, guardaba muchos objetos en sus aposentos particulares, que nunca llegaría a vender. Su colección pronto llegó a tener un reconocimiento internacional. Al cabo de unos años de su muerte, la colección se puso a la venta. Para llamar la atención otros coleccionistas y posibles compradores, se organizaron dos exposiciones. La primera en la barcelonesa Sala Parés, del 12 de diciembre de 1959 al 7 de enero de 1960 y, unos meses más tarde, en la Galería del Cisne a Madrid, entre el 10 y el 31 de diciembre[2]. El único lote que se venía entero era lo de indumentaria y bordados, que es el que adquirió el Ayuntamiento de Terrassa. En total eran setenta y ocho piezas. Además de indumentaria y complementos (trajes, cuerpos, petillos, capas, casullas, chupas, escarcelas, etc.) tenía una magnífica colección de gualdrapas, pistoleras y cartucheras[3]. Además de algún indumento litúrgico de la colección Biosca, era la primera vez que el Museo Textil adquiría indumentaria. La compra-venta de la colección Moragas se efectuó el 1962, por un importe de 1.500.000 ptas. Ayudó a gestionarla lo también coleccionista Lluís Garcia i Capafons, heredero y hombre de confianza de Moragas. El mismo año, se hizo una exposición de la que se publicó un pequeño catálogo: Exposición de indumentaria procedente de la colección Moragas de Barcelona. Museo Municipal Textil Biosca. Terrassa, junio-julio 1962. Es interesante destacar que, según consta en los catálogos de la colección Moragas, la casaca de seda bordada del siglo XVIII, número de registro 7252 del museo perteneció a Marià Fortuny. Desconocemos si padre o hijo, pero teniendo en cuenta la relación entre los Fortuny y los Moragas no es de extrañar que hubieran hecho algún intercambio de piezas.
[1] Del padre, conocemos que había tenido algún tapiz del siglo XVII, como el que prestó a la Exposición de indumentaria retrospectiva del 1893, en Barcelona.
[2] Ved el catálogo Exposición de cuadros, bordados, muebles, cerámica, indumentaria procedentes de la colección Moragas. Barcelona: Sala Parés, 1959, y Madrid: Galería del Cisne, 1960. La Galería del Cisne, fundada el 1960, era colaboradora del grupo Sala Parés.
[3] Su colección se puede consultar en línea a la base de datos Imatex: imatex.cdmt.cat (Moragas y Pomar, José)