Una casa de muñecas, a primera vista, puede parecer un juguete, pero a lo largo de la historia se ha convertido en un objeto de colección para adultos y también ha tenido una función pedagógica, principalmente hacia las niñas, en el aprendizaje de los roles sociales asociados al género. Desde hace tiempo, además, hay una gran afición entre personas que se dedican a construir su propia casa de muñecas o que la forman, a partir de varios elementos que se pueden adquirir en ferias y comercios especializados.
La casa de muñecas es un objeto que llama nuestra atención y nos hipnotiza al contemplar su interior lleno de objetos y detalles, todos a escala. Haciendo un recorrido histórico podemos decir que las miniaturas de espacios de vivienda existen desde hace miles de años y se han encontrado ejemplos en tumbas egipcias de la época faraónica. Sin embargo, su función era más simbólica y relacionada con los rituales funerarios. En Europa, los países del norte han sido pioneros en las casas de muñecas tal y como las conocemos hoy en día. Según los historiadores, la casa de muñecas más antigua surge en Alemania en el siglo XVI y, hasta el siglo XVIII, tenía forma de vitrina. En el siglo XVIII los artesanos ingleses tomaron protagonismo y surgió un tipo de casa que reproducía fachadas al estilo de los modelos arquitectónicos del momento. Generalmente la estructura era de madera y en su interior se reproducía a escala cada elemento de una casa, tanto con respecto al tipo de estancias que formaban un hogar acomodado como a los objetos que decoraban cada espacio. En este sentido estas casas son un documento que representa la cultura material de los objetos de la vida cotidiana y nos muestra formas de vida ya desaparecidas.
Actualmente las escalas más utilizadas son 1:12 o 1:24, que significa que 1 centímetro de la casa representa 12 centímetros de un elemento en tamaño real o 24, en el segundo caso. Sin embargo, antes del siglo XX no existía una escala uniforme y podemos encontrar casas de muñecas con objetos en diferentes tamaños. Lo que sí observamos siempre en este tipo de casas son reproducciones muy fieles a la realidad, como por ejemplo elementos de cocina de metal como ollas o tenedores, platos de cerámica, vasos de cristal, mobiliario con cajones que se abren, ropa del hogar bordada a mano o lámparas de araña hechas con todo detalle y que incluso se iluminan. Hasta la Revolución industrial las casas de muñecas se hacían de forma totalmente artesanal, pieza a pieza. Posteriormente, muchos elementos se hicieron mecánicamente, pero a pesar de ser producciones seriadas estaban realizados con todo detalle y una calidad excelente. A partir de 1950 se introdujeron muebles, que imitaban los reales, hechos con otros materiales como el plástico.
Las casas de muñecas en general no han sido asociadas a ninguna muñeca en concreto y muchos de sus aficionados no son coleccionistas de muñecas sino más bien miniaturistas. Actualmente las casas de muñecas se han convertido en una gran afición para adultos, tanto por lo que respecta a su construcción como a coleccionar y ampliar los elementos que la componen. Existen auténticos especialistas que se dedican a hacer piezas de mobiliario con diferentes estilos históricos, según la ambientación que queramos dar a cada espacio. Gracias a ello también hay un mercado que permite comprar todo tipo de elementos, desde papel pintado para las paredes, objetos de baño como grifos o muñecas vestidas con la indumentaria de la moda de cada momento.
En la exposición "Decòrum. Vestir la casa para la ocasión", se puede contemplar una casa de muñecas procedente del Museu Romàntic Can Llopis, de Sitges. Fue propiedad del médico Jesús Pérez-Rosales (Manila, 1896 - Barcelona, 1989), que donó sus colecciones de arte a Sitges en 1967. Es de tipo vitrina y está formada por ocho estancias que reproducen el interior de una casa acomodada del siglo XIX, unas de usos privados y otras más sociales, donde también es visible la división de tareas entre hombres y mujeres. ¡Os invitamos a verla en directo en la exposición! Podéis consultar los horarios en www.cdmt.cat.