"Por tu amor estoy perdido", "y tú me has aborrecido”, son dos frases que aparecen tejidas en un par de ligas datadas entre 1775 y 1800 del fondo del Museu. Veremos cual es el secreto de este mensaje y de otros mensajes labrados en una prenda íntima que rodeaba los muslos de las mujeres.

El origen de las ligas se remonta a la época romana, pero no fue hasta el Renacimiento cuando Catalina de Médicis introdujo el gusto por la ropa interior en la corte francesa. Entonces las ligas se volvieron cada vez más refinadas y se adornaban con bordados, flecos e incluso puntillas. Algunas se ajustaban con broches de oro y plata a conjunto con las pulseras y pendientes de la dama que las llevaba.

Durante el siglo XVIII se popularizó entre las cortes el uso de estas ligas labradas con mensajes con connotaciones románticas e incluso eróticas. El prometido, el amante o simplemente el hombre que cortejaba a una dama las compraba eligiendo el mensaje que le parecía más adecuado y las ofrecía como regalo a la dama cortejada.

Los principales museos de indumentaria ofrecen varios ejemplos de este tipo de ligas con mensajes:

"Qué más gloria para mí…si tú me dieras el sí", (Museu del Disseny, Núm. reg. MTIB 103.333).

"El día que te hablé…enamorado quedé", (Museo del Traje, Núm. reg. CE000962)

Otros tienen una clara connotación erótica:

"De tu jardín hermoso…soy jardinero celoso", (Museu del Disseny, Núm. reg. MTIB 103.327)

"Lo dulce fino y salado…es imán de agrado", (Museu Tèxtil, Núm. reg. 15222)

Imatge lligacames Museu Tèxtil, núm. reg. 15222.

Y otros, como las que hemos elegido, son claramente de amor no correspondido:

"Por tu amor estoy perdido...y tú me has aborrecido", (Museu Tèxtil, Núm. reg. 12532)

Se trata de un par de ligas de seda, de 80 cm de largo por casi 3 cm de ancho, con inscripción labrada en telar, ya que este tipo de piezas se realizaban en un telar muy estrecho, especial para cintería, que tejía los extremos y la parte central de la liga, todo de una pieza. La tela de fondo es un reps por urdimbre de color crudo, con bastas de perdido con las que se obtienen la franja central de color verde con la inscripción labrada y las cuatro líneas rojas que la decoran, arriba y abajo. Entre las líneas rojas hay una cenefa de triángulos tejidos en lámina de plata.

No sabemos si con este mensaje nuestro pretendiente recuperó el favor de la dama estimada, quedará como uno más de los secretos que guardan las piezas del Museu Tèxtil de Terrassa.